Riego por aspersión o riego con manguera. Ventajas e importancia del riego por aspersión. Consejos sobre el riego por aspersión en el césped natural.
Junto con la siega y el abono, el riego es otro de los elementos importantes para el mantenimiento del jardín con césped natural. El control del riego es importantísimo puesto que un exceso de agua provocaría enfermedades y hongos del césped natural por la sencilla razón que provocarían charcos y no drenaría lo suficiente. Además, esto no permitiría entrar oxígeno a las raíces del césped natural. Por el contrario, la falta de riego o agua puede dar lugar a un tono amarillo del jardín y, en consecuencia, a la muerte del césped natural. Si empezamos a ver unos tonos grisáceos son síntomas de sequedad. Pero si realizamos un riego de forma inmediata, podríamos llegar a sanarlo.
Las formas de regar el césped natural pueden ser a través de mangueras o mediante riego por aspersión. El primero no es la manera más eficiente debido a que el reparto de agua no es igual en todas las partes del terreno. No obstante, para jardines muy pequeños y zonas con poco calor, podría realizarse, pero desde Tepes Julián no lo recomendamos. Si bien, uno de los inconvenientes puede ser que tenemos que estar pendiente del riego cada vez que lo queramos realizar. Para esto último el riego por aspersión tiene la ventaja del ahorro de tiempo ya que no es necesario que esté una persona presente. Además, otra ventaja de tener riego por aspersión es que reparte de manera uniforme el agua y, en consecuencia, nos beneficiaría de un ahorro importante por la reducción en el consumo de agua.
Por último, las horas propicias para realizar los riegos en primavera y verano son por la mañana temprano y por la tarde-noche, a excepción de la primera semana de la instalación, que ha de ser 3 veces al día. En los meses de otoño y en invierno es algo más subjetivo porque depende de las lluvias que se produzcan.